Comunicado sobre las Elecciones Generales del 23 de julio de 2O23

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Foto: 07/05/2016 Madrid, Castilla.

Desde los partidos y organizaciones políticas que se sitúan en la izquierda del Régimen del 78 se está manifestando una especial beligerancia contra aquellas personas que tienen la intención de abstenerse, beligerancia que raya con frecuencia con la criminalización política de esa posición. Muy nervios@s tienen que estar para ello. La abstención consciente y activa es una posición tan legítima como otras ante una convocatoria electoral; si cabe, en esta ocasión, es la más legítima. 

Los sectores sociales que de alguna manera se pueden identificar con la trayectoria de la Coordinadora 25-S están vinculados claramente a la izquierda social, no hay ningún género de dudas sobre ello. La Coordinadora 25-S impulsó movilizaciones muy importantes como los Rodea el Congreso o contra la monarquía, exigiendo la puesta en marcha de un proceso constituyente, pero también salió a la calle en contra de la política de recortes del Partido Popular, empezando por la propia investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en octubre de 2016, convocatoria a la que acudieron más de 50.000 personas en Madrid. Igualmente, la Coordinadora 25-S encabezó diversas luchas concretas, como la denuncia de la Ley Mordaza cuando empezó a debatirse en el Parlamento español en 2013; a pesar de que aquella manifestación no fue autorizada por la autoridad gubernativa, la llevamos adelante y en ella participaron unas 2.000 personas, aún a pesar de la presión policial que se dio durante su transcurso. Estos son solo algunos ejemplos. 

Nadie en su sano juicio y con un mínimo de equilibrio en la interpretación de la realidad puede achacar a la Coordinadora 25-S falta de coherencia en la lucha por un auténtico sistema democrático. La cuestión es si en estas elecciones del 23J se juega algo sustancial, y sobre todo si alguna de las candidaturas que se presentan en Madrid son garantía de que se va a frenar esa derechización, que evidentemente se va a producir. La respuesta a este interrogante es clara: consideramos que ninguna de las fuerzas que se presentan a las elecciones del 23J en Madrid tiene una clara voluntad ni capacidad de frenar el proceso de involución social y democrático que se avecina. 

El actual Gobierno, llamado de “Progreso”, ha implicado al Estado español en la guerra que la OTAN está desarrollando en Ucrania contra Rusia, y más allá de algunos pronunciamientos simbólicos no ha habido una mínima actitud coherente de oposición a esa guerra; por el contrario, se ha producido una progresiva y cada vez mayor implicación en ella, tal como se ha podido observar en la última cumbre de la OTAN en Vilna, donde se han tomado decisiones absolutamente alarmantes para la desestabilización de Europa y para el avance hacia la guerra en el continente. No podemos apoyar a organizaciones políticas que trabajan para el militarismo y la guerra.

En cuanto a lo que nos jugamos en estas elecciones, que no nos hagan trampa: gobierne quien gobierne a partir del 23J aplicará un programa absolutamente involucionista, que solamente podremos frenar con la lucha en la calle. La UE y la OTAN son quienes marcan las políticas de la mayor parte de los Estados europeos, incluyendo de una manera muy evidente al español. Hemos conocido el proyecto de presupuestos generales de Alemania y en él se recortan todos los capítulos (la Sanidad de una forma muy especial) excepto las partidas dedicadas a Defensa, de cara al apoyo a la guerra en Ucrania. 

Por supuesto que Vox es un partido fascista, y por tanto extremadamente reaccionario. Pero no nos engañemos, no es el mayor peligro para los pueblos del Estado español, ni en particular para Madrid. Vox perdió apoyo electoral de forma muy significativa en las autonómicas madrileñas, y los sondeos de opinión apuntan a que esto sucederá también el 23J. El problema fundamental no es Vox, aunque Vox también sea un problema. El problema fundamental es la derechización creciente del Régimen del 78 y su subordinación a la política reaccionaria de la UE y la OTAN. 

Desde la Coordinadora 25-S defendemos que la abstención es una forma totalmente legítima de expresarse ante las próximas elecciones generales del 23J. Las organizaciones políticas que se consideran progresistas o de izquierdas tienen que saber que quienes les han votado lo hicieron para que cumplieran con sus compromisos; sin embargo, ni se ha derogado la Ley Mordaza, ni se ha derogado la Ley 15/97, mediante la que se podrían haber frenado en seco los procesos privatizadores de la Sanidad Pública, ni ha habido una reforma seria de la Ley Laboral del PP (salarios de tramitación, indemnizaciones que existían antes, etc.). Cómo será la cosa que el propio Feijoó ha dicho que no la derogará, ya que es esencialmente la misma que la que puso en marcha Mariano Rajoy. La gente progresista, la gente de izquierdas, tiene todo su derecho a abstenerse como una forma de protesta ante el incumplimiento de los compromisos de los partidos políticos que han compuesto el actual Gobierno. Sería bueno que aprendieran que el “contrato social”, por llamarlo de alguna manera, no se acaba al día siguiente de las elecciones, sino que los compromisos están para cumplirlos durante la legislatura. Su desesperación les lleva a cometer cada vez más errores, incluyendo el de insultar a quienes se posicionan a favor de una abstención consciente y activa, agresión a la sociedad que no podemos consentir. 

Lo que sí es de absoluta responsabilidad política es ir preparando ya la respuesta en la calle a esa derechización social, económica, cultural y política que se va a producir a partir del otoño.

Julio, 2023. Madrid, Castilla.

Autor: Coordinadora 25s

La democracia solo es real si parte de abajo, organizada por la sociedad en su conjunto y no por una clase política al servicio del poder económico.

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