
La Asturias real no tiene nada que celebrar – Menosprecio de aldea y alabanza de corte.
Otro año el mismo ritual en el reino de España: un príncipe y su asociación de vasallos que convocan un premio para loa y alabanza de él mismo y de la monarquía a la que pertenece.
Los empresarios, los burgueses, políticos y militares, sindicatos y obispos, banqueros y nobles, los bufones… se sientan a la mesa del príncipe para legitimarlo y dejar al pueblo fuera del festín que se dan a nuestra cosa.
Todos los medios e infraestructuras de Oviedo puestas a disposición de la realeza y su fundación privada, con 26 millones de euros de patrimonio proveniente de donaciones y aportaciones de las arcas públicas municipales, regionales y estatales.
Como en un cuento medieval nos lo quieren mostrar superior a los demás, porque quien premia aparecer por encima; superior al premiado. Así, también los premiados reconocen la monarquía y los descubrimos vasallos de un Borbón heredero, él también, del fascismo.
La monarquía parlamentaria hace esta semana ostentación de todo lo que durante el resto del tiempo elimina, persigue y recorta: Premio a la Investigación Científica y Técnica en medio de una expulsión sistemática de científicos: Premio a las Artes y las Letras durante la persecución económica y cultural a esos mismos artistas: Premios a la Cooperación Internacional en la Europa de los CIES, las fronteras cerradas con alambre de espino y las expulsiones de inmigrantes; Premio a las Ciencias Sociales por los mismos que se niegan a investigar y juzgar los crímenes franquistas; Premio de Comunicación y Humanidades mientras permanecemos sometidos a la propaganda constante de los medios del régimen; Premios de la Concordia mientras se cambian leyes para que los trabajadores seamos mejor explotados y los bancos nos expulsan de nuestras casas, incluso Premios de los Deportes en el país del doping, los deportistas con fortunas en paraísos fiscales y las cabezonadas olímpicas de la especulación inmobiliaria.
No nos tragaremos unos premios hechos para que no se vea que el rey, el príncipe y el sistema están desnudos.
Denunciamos , junto a los compañeros asturianos, al Borbón heredero y la institución corrupta y antidemocrática a la que pertenece.
¡Jaque al príncipe!
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